domingo, 20 de enero de 2008

página septima y novena

Mi corazón es una mariposa niños buenos del prado
que presa por la araña gris del tiempo tiene el polen gris del desengaño.
De niño yo canté con vosotros niños buenos del prado,
solté mi gavilán con las temibles cuatro uñas de gato.
Fuí también caballero una tarde fresquita de mayo,
ella era entonces para mi el enigma, estrella azul sobre mi pecho intacto.
Cabalgué lentamente hacia los cielos, era un domingo de pipirigallo.

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